En proceso de cambio

Determinadas organizaciones e incluso países están pensando en reducir la jornada laboral de cinco a cuatro días. ¿Cómo repercute favorablemente tanto en los trabajadores como en las empresas? ¿Cuáles son las ventajas de este cambio? Son preguntas que aparecen y que requieren de una respuesta, para entender mejor el porqué de una modificación en un esquema que viene de años.

Pero también vienen otras preguntas a la cabeza, en el sentido contrario. ¿Es realmente favorable este cambio? ¿Puede afectar la rentabilidad de las empresas? ¿Se comprime demasiado trabajo en poco tiempo y el estrés aumenta? Es necesario poner en la balanza todos los factores para poder determinar si la semana laboral de 4 días es una solución y no un problema.

Precisamente para reflexionar sobre este tipo de modelo de trabajo, hay que tener en cuenta las condiciones. Como por ejemplo si la reducción de días laborables conlleva también una reducción del sueldo, o no. O si serán menos días de trabajo, pero cada uno de ellos con mayor carga horaria. Estos ítems y otros deben considerarse al momento de hacer un análisis.

Las ventajas para trabajadores y empresas

A nivel global, muchas compañías están probando la semana laboral de 4 días. Esta nueva modalidad reduce el estrés y el agotamiento, lo que genera mayor satisfacción y bienestar en los trabajadores. Y eso se traduce en una mejor producción. Los ensayos que se están llevando a cabo en todo el mundo muestran muchos beneficios producto de la semana laboral comprimida.

Menos estrés y menos agotamiento

Es una semana laboral reducida, los empleados afirman sentirse menos cansados y estresados. Lo que a su vez genera una mayor satisfacción con la vida laboral y menos conflictos en el lugar de trabajo. Incluso los beneficios se ven en materia de la salud, tanto mental como física.

De acuerdo a un ensayo reciente de 26 empresas realizado por el Boston College y 4 Day Week Global y publicado por la revista Forbes Argentina, el 65% de los trabajadores manifestaron estar más satisfechos con la forma en que organizan su tiempo.

Reducción de las renuncias

No solo hay beneficios del lado de los trabajadores, sino también para las empresas. En los casos donde se empezó a implementar la semana laboral de 4 días, se constató una reducción de las renuncias y de los días de baja por enfermedad. El número de días personales solicitados en un mes se desplomó un 44%, casi la mitad.

Mayor productividad y retención de talento

Otro beneficio de la semana laboral de 4 días es que los propios trabajadores afirman sentirse más productivos, con altos niveles de eficacia y rendimiento en el trabajo. Todo viene de la mano de ese menor estrés y agotamiento que mencionamos más arriba, ya que es lo que permite un desempeño más fresco y óptimo. Al mismo tiempo, la mayor productividad se traduce en una mayor optimización del tiempo y una mejor gestión de las reuniones.  

Por otra parte, aquellas organizaciones que se han atrevido a implementar la jornada laboral reducida tienen una mayor capacidad para atraer y retener talento. Se vuelven más atractivas, más seductoras para los profesionales. En sectores de un significativo desajuste entre oferta y demanda de profesionales, como por ejemplo el tecnológico, este tipo de iniciativas podrían marcar la diferencia e impulsar su imagen de marca empleadora.

Desventajas de la jornada laboral reducida

También pueden presentarse nuevas dificultades al implementar una semana laboral de 4 días. Como todo gran cambio, requiere de negociaciones y ajustes hasta que funcione como pretenden tanto las organizaciones como los trabajadores. Por lo tanto, hay algunas cuestiones que aún se deben revisar.

Carga de trabajo

Una de las dudas de la reducción de la semana laboral es cómo impacta en la organización de los trabajadores. ¿Se debe concentrar el mismo volumen de trabajo en un menor tiempo? Si esto es así, ¿No se produce entonces un mayor estrés en los días de trabajo? Un posible efecto de esto es que muchos trabajadores se vean obligados a extender su jornada de trabajo para poder cumplir con todos los compromisos profesionales.

Viabilidad en determinados sectores

No todos los trabajos son iguales, por lo que la implementación de la reducción de la semana laboral no es idéntica en todos los sectores. De hecho, hay algunos más propicios que otros. Por ejemplo en el rubro de la Hostelería, la semana laboral de 4 días es más compleja, ya que no es posible realizar el mismo trabajo en menos tiempo. La necesidad de establecer sistemas de turno complica mucho esta medida.

Más allá de estas desventajas que existen y que deben ser tratadas, lo cierto es que el futuro del trabajo parece dirigirse hacia una semana laboral de 4 días. Cada vez son más las empresas que lo implementan y, en la balanza, pesan más los beneficios que las desventajas.