Violencia psicológica laboral

Mobbing: cómo se estructuran los casos de violencia psicológica en el trabajo

Lejos de representar situaciones aisladas y esporádicas, el acoso psicológico suele ser un asunto presente en muchos ambientes laborales. Informarse no solo permite prevenirlo, sino también estar alerta.
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Mobbing: cómo se estructuran los casos de violencia psicológica en el trabajo

Conocer como herramienta para poder detectar, actuar y prevenir

Lograr identificar situaciones de acoso laboral puede ser más difícil de lo que parece. Cuando los casos se viven en primera persona o se presencian en el ámbito de trabajo las certezas no son tan claras. Por lo tanto, la mejor herramienta para poder dar cuenta de estas situaciones de violencia psicológica es informarse y conocer con profundidad precisamente de qué se trata. En este marco el término para definir estas situaciones es mobbing.

Para desarrollar con claridad qué es el mobbing, se puede decir que son aquellos casos en donde un trabajador o grupo de trabajadores llevan adelante de forma sostenida acciones de violencia psicológica contra otra persona del ámbito. Estas situaciones no necesariamente responden a lógicas jerárquicas de poder. Es decir que se pueden dar en múltiples escenarios sin importar el cargo que presenten sus protagonistas. Por otro lado, las estadísticas arrojan que las mujeres son víctimas con mayor frecuencia de violencia psicológica.

En esta misma línea, el mobbing no solo afecta a la víctima de forma directa, sino que también influye de manera negativa en el entorno laboral. De forma inevitable el rendimiento de los trabajadores decrece provocando un malestar generalizado. Asimismo, probablemente la persona víctima de estos ataques sienta una frustración y baja autoestima que más tarde se puede trasladar a otros ambientes y desmejorar su calidad de vida.

Cómo se diferencian estos tipos de acoso laboral

Cómo se mencionó, el mobbing no está anclado únicamente a la posición jerárquica que ocupan los protagonistas de estas situaciones. Sin embargo, esto no quiere decir que no puedan darse bajo estas lógicas. A continuación, podrás conocer cuáles son las diferentes formas en las que se presentan estos casos de violencia psicológica laboral.

Acoso laboral según posición jerárquica

Comenzando por aquel que suele ser un poco más simple detectar, el mobbing vertical se da entre personas de diferente rango jerárquico. Aquí se ubica el mobbing descendente o también conocido como bossing. Aquel acoso psicológico desarrollado desde una persona de nivel superior hacia otra de posición inferior. Por otro lado, se llama mobbing ascendente cuando quien es atacado ocupa un nivel jerárquico superior y la persona o el grupo de personas que llevan adelante el hostigamiento están en un nivel jerárquico inferior.

Por otro lado, también se puede dar el mobbing horizontal. Este representa aquellos casos en donde las personas que protagonizan esta escena de violencia psicológica no presentan diferencias en el rango jerárquico. Por ejemplo, entre compañeros de trabajo.

Acoso laboral según el objetivo

La raíz de estas situaciones puede partir de ciertos objetivos. En este sentido, el mobbing estratégico es uno de ellos. Este forma nace de una postura a nivel institucional y se ve representada por un claro objetivo por parte de la empresa: que la persona acosada rescinda su contrato voluntariamente. Lo que se esconde usualmente detrás de esta violencia psicológica es el interés por no pagar la indemnización.

Por otro lado, el mobbing perverso es la definición utilizada para diferenciar aquellos casos en donde el objetivo no es laboral, sino a nivel individual. Es decir, sin importar las estructuras o metodologías de trabajo, hay una personalidad que busca la manipulación y el hostigamiento de forma sistemática. El mismo resulta sumamente difícil de identificar y denunciar, ya que quien lo efectúa suele ser muy inteligente para crear una falsa imagen de solidaridad y compañerismo.

Finalmente, un último tipo de violencia psicológica en el ámbito laboral según objetivos es el mobbing disciplinario. Este se reconoce por utilizar el acoso como herramienta para lograr mantener una estructura de orden y rigidez. Es decir, una lógica de castigo que se basa en el miedo. Asimismo, la misma crea un clima laboral en donde pregona la falta de comunicación.

Herramientas para evitar los casos de mobbing

Una vez que estas situaciones de violencia psicológica se hacen presentes en el ambiente laboral suele ser difícil tratarlas, aunque no imposibles. Por eso, la prevención resulta fundamental para anticiparse a estos casos. En este sentido, existe una serie de decisiones que se basan en dejar en claro la postura institucional de la empresa, como también así cuál es la actitud para adoptar a nivel individual.

Precisamente a nivel institucional, es fundamental fomentar el apoyo y compañerismo entre trabajadores. Resaltar que el buen clima laboral de una manera u otra beneficia a todos y genera la comodidad necesaria para trabajar más feliz. Asimismo, promover el diálogo ante las diferentes situaciones o conflictos que se pueden presentar también es clave. Es decir, resaltar que a pesar de no compartir opiniones o ideas, es posible puede llegar a un punto intermedio que satisfaga las dos partes.

En otros aspectos, a nivel personal no solo es importante conocer cuáles son las formas en las que se presenta el mobbing, sino también no obviar estos casos de violencia psicológica. Esto no quiere decir enfrentar de forma directa a quien puede ser una persona hostigadora, pero sí empatizar con la víctima. Consultar con otro compañero sobre su perspectiva ante eventuales casos y demás acciones que contribuyan a evitar la proliferación de estas situaciones de violencia psicológica.