De la región al centro de mando: el camino de José Manuel Correa Meléndez
Un joven que inició en la industria minera, se convirtió en poco tiempo en el Director Ejecutivo de Endeavor Chile. La referencia es Para José Manuel Correa Meléndez, que gracias a sus innovadoras iniciativas logró escalar rápido en la estructura y la consideración del directorio de una de las organizaciones más importantes en el mundo emprendedor.
“Somos el principal productor de cobre del mundo y en la zona de Antofagasta, en el desierto de Atacama, hay más de 20 compañías mineras que son como pequeñas ciudades. Hay mucha oferta y demanda, toda la economía del norte de Chile se mueve gracias a ellas, es un HUB de desarrollo”, comienza explicando José Manuel, para poner contexto sobre donde partió su camino. "Yo trabajé mucho tiempo allí y tenía ya una serie de contactos, proveedores, empresas, servicios y como Endeavor no tenía oficina, me solicitaron hacerme cargo de abrir una en esa región”, relata.
Si bien en un primer momento estaba solo, confió en que no tardaría mucho en armar un equipo que propulsara a Endeavor en esa región del país: “la industria es tan significante, que a poco de abrir la oficina ya éramos cuatro personas y teníamos alianzas con las compañías más importantes en minería, como BHP Billiton, una de las mineras más grandes del mundo”, comenta y sigue su recuerdo: “comenzamos a empujar un ecosistema, movernos y relacionarnos con las empresas que allí se encontraban, necesitadas de confianza por parte de organizaciones que las ayuden a crecer. Articulamos una red y nos vinculamos profundamente con la industria”.
El programa que aceleró el crecimiento
El funcionamiento de Endeavor Atacama era bueno, estaba aceitado y caminaba hacia los objetivos apuntados, sin embargo, una iniciativa terminó de asentar al proyecto: “Iniciamos un programa de internacionalización de los emprendedores mineros en Australia que salió muy bien, porque varios de esos emprendedores del norte del país terminaron vendiendo e instalándose allá. Hicimos giras con 20 o 30 emprendedores y nos recibieron los ejecutivos más importantes de las mineras más grandes”, comenta el propio José Manuel.
Fue tal la aceptación que cosechó la idea llevada a la acción, que catapultó consigo la imagen del joven líder: “marcó un hito para Endeavor Chile”, dice y cuenta como llegó su ascenso: “hay una regla sobre que los directores ejecutivos no pueden estar más de 6 años en su cargo y como llegaba el fin de mandato de la directora saliente, el éxito que demostró la internacionalización, lo que es todo un tema para la nación, me posicionó para ser considerado y finalmente elegido como sucesor”.
Éxito emprendedor por fuera de Endeavor, pero siempre vinculado
El papel que cumple José Manuel en Endeavor, desde sus comienzos en Atacama y ahora siendo el referente a nivel nacional, no le impide diversificar su potencial en otros proyectos que también buscan generar impacto en el ecosistema emprendedor. “Endeavor apunta a un perfil de empresa mediana o grande, emprendedores con desafíos de escalabilidad, internacionalización o levantar capital, pero sucedió que además de ellos, nos llegaban emprendedores en etapas iniciales, por lo que con amigos creamos Fundación Mi Norte”, comenta.
Sobre esta fundación, en la cual se desempeña como director, expresa: “se enfoca en ayudar a esos emprendimientos más verdes. A la fecha hemos colocado alrededor de 2 millones de dólares para que quienes se postulan puedan desarrollar su plataforma o lo que lleven adelante como idea”, y agrega: “de todos modos no deja de ser una fundación sin fines de lucro, que también aporta mentoría, networking, conexiones. Hay empresas, que surgieron de allí, ya consolidadas en el mercado y es una especie de retribución al ecosistema”.
Además, como parte del accionar de la fundación, en favor de impulsar el emprendimiento más pequeño, el graduado en Administración de Empresas en la Universidad Católica del Norte destaca: “creamos algunos co-works, que no existían prácticamente por acá. Llegamos a tener casi 2000 metros cuadrados en el norte, con agenda de contenido y apoyo a emprendedores más chicos”, e igual así afirma: “siempre a la par de la gerencia en Endeavor, preocupándome por el core bussines de Endeavor, que es seleccionar y buscar emprendedores, mentores y alianzas”.
Sawu: cambiar el juego e incrementar ganancias
Como si todo lo que ya tiene a su cargo fuera poco, José Manuel también cumple funciones como director de Sawu, un programa que se volvió empresa, ligada al concepto de economías locales: “nació por pedido de BHP para resolver un problema de proveedores locales. Así entonces, armamos una plataforma tecnológica donde administramos los procesos de licitación de compra de productos y servicios para la gran minería de BHP”, describe.
Entrando más en detalle, enuncia: “tenían problemas con los pagos, al ser tan grandes se demoraban hasta 60 días para pagar, por lo que los emprendimientos más chicos se perjudicaban. Con la nueva plataforma, se cambió el modelo y el proveedor no es el que paga, es la gran industria la que lo hace. Pasamos de una demora de 60 días a solo 5, redujimos el factoring gracias a la inyección de liquidez, la misma que permitió que los emprendedores saneen sus finanzas y participen en más categorías de venta”.
Para cerrar el bloque sobre Sawu, comparte números que impresionan: “la empresa luego de dos años ya vende en aproximadamente 150 millones de dólares, generando 1000 negocios por mes y hay más de 2000 proveedores inscriptos para BHP y Codelco”.
“Endeavor es triple impacto”
Con esa sentencia, el director ejecutivo empieza su desarrollo acerca del propósito y las metas que persigue su gestión: “Endeavor es concebir un modelo diferente, en donde los emprendedores generan impacto económico, social y ambiental”.
Asimismo, suma: “se les da viabilidad social a industrias y al propio modelo para seguir operando. Se acabo lo de ganar plata y solo preocuparse por el último número, hoy día si no se genera impacto positivo en la comunidad, más allá de pagar sueldos que lo hace cualquiera, será difícil seguir operando y creciendo, la gente misma no lo va a permitir, nadie querrá trabajar con ellos”.
Retoma los conceptos fundamentales que conforman el triple impacto, pero a la vez menciona: “se trata de jugarse por un modelo sustentable y lo que me gusta de la organización, es que hace hincapié en la velocidad, porque no sirve hacer cambios si no se les imprime velocidad”. Para ejemplificar, marca: “pasa con emprendimientos sociales de poco impacto, demasiado locales. Las empresas de base científico tecnológica sacan ventaja allí, porque son mucho más escalables y están en posición de levantar capital, hacen que la manera de relacionarse con los stakeholders sea muy diferente”.
Además, hace foco en un nicho que es cada vez más frecuente: “muchas desarrollan tecnología para hacerse cargo de los pasivos ambientales que tienen las empresas tradicionales. Por ejemplo, si no hay minería, no hay energía eólica y si no hay energía eólica, no hay sustituto de los combustibles fósiles. Se necesitan emprendedores que viabilicen eso y Endeavor es el gran acelerador a nivel mundial para buscar y ayudar a esos emprendedores”.
Las corrientes van cambiando
El foco de Endeavor fue históricamente la persona, el emprendedor en cuestión, pero José Manuel abre el juego y adelanta: “nos volcamos a trabajar con los C-level, aquellos gerentes de empresas que crecen tan rápido que los ponen en posiciones de directivos y necesitan ayuda. En el fondo es una mirada más profunda respecto a lo que hace la compañía y como esta se involucra con una problemática”.
“Nos fijamos que las propuestas de valor estén relacionadas con este concepto del triple impacto, porque al final, la idea es impactar en la economía tradicional, en procesos que se hacían de una forma y ya no pueden seguir haciéndose así”, describe, tras dar a conocer que reciben alrededor de 500 a 600 postulaciones por año.
¿Por qué Endeavor?
“Me gustó que mi trabajo sea apoyar a otros, trabajar para generar un impacto profundo. Aunque me costó igualmente tomar la decisión, cuando lo hice fue instantáneo, me encantó”, reconoce José Manuel sobre lo que le pasó al momento de vincularse.
No llama la atención que le haya costado aceptar el desafío, siendo que con sus propios proyectos logra ya una más que interesante diferencia, sin embargo, la concepción de éxito que lo guía pinta de cuerpo entero su proceder: “He aprendido que el éxito tiene que ver más con factores exógenos que propios. Uno es exitoso cuando impacta en otros, si lo llevo al fútbol, algo que me gusta mucho, soy de los que disfrutan más de dar el pase gol, que hacerlo”.
“Soy feliz de poder levantarme todos los días para ayudar con otros en este contexto. Se que podemos impactar y ayudar a mucha gente con el equipo que tenemos y he aprendido que eso siempre trae retribuciones a uno mismo, pero por añadidura no porque esa sea la meta”, continúa explayándose y conecta: “Endeavor va en la misma línea, los emprendedores nos agradecen por nuestra propuesta de valor y ese es el éxito”.
Hacer por sobre aparentar
El DE da un mensaje claro en relación a los valores que pretenden fomentar: “preferimos focalizarnos en hacer más que en comunicar o hacer creer que estamos haciendo. Gastamos mucho tiempo en entender bien la necesidad de los emprendedores y en crear productos acordes a esas necesidades”. Las donaciones que cada emprendedor puede hacer de forma opcional, se han triplicado en los últimos dos años y ante eso, se pregunta y cierra: “¿Qué más bonito que ellos mismos validen la propuesta de esa manera?”.