Conocer el abanico de opciones y analizar la escena
Tal como indican los expertos en el manejo de las finanzas y la economía personal, hacer trabajar e invertir inteligentemente el dinero es uno de los pilares para potenciar el capital propio y gestionar con éxito un desarrollo próspero en este aspecto.
En otras entregas de Next Idea 4U, hemos analizado algunas opciones interesantes en las que poner el ojo si se cuenta con poco dinero y también reflexionamos sobre el nuevo escenario de las startups y la alternativa de inversión en dicho rubro. Sin embargo, el abanico es mucho más extenso y conocer otras variantes siempre resulta clave a la hora de elegir a conciencia y diversificar de manera crítica.
Con respecto a esto, la posibilidad de invertir en otros países se abre aún más en un contexto donde las fronteras se achican y para eso conocer las economías de cada región puede resultad propicio. En Uruguay, por ejemplo, la ganadería es uno de los principales generadores de divisas para el país y poder participar de este negocio es sin dudas seductor.
Pero, ¿es posible sin conocer el rubro ni contar con una gran suma de dinero? Actualmente sí, y de eso se trata la propuesta de Bono Ganadero.
Bono Ganadero: inversiones agropecuarias sencillas y accesibles
Rodrigo Silveira Navarrete es fundador de Bono Ganadero y Director en Silveira Negocios Rurales, “una empresa con veinticinco años en el mercado” que desde 2014 trabaja con inversiones en ganadería. Antes de desarrollar una primera descripción sobre esta opción de inversión, el hijo del fundador de la compañía pone brevemente en contexto: “Desde el 2015 al 2020 trabajamos con un fideicomiso de administración, y paralelamente en 2018 lanzamos un fideicomiso de garantía y con ello la marca de Bono Ganadero”.
“Lo que hacemos en Bono Ganadero”, comienza su explicación Silveira, “es darle una opción a clientes inversores que desean ingresar a invertir en ganadería y no pueden hacerlo por falta de tiempo, conocimiento y demás. De esta manera, podemos vender un producto estandarizado que son contratos muy asimilables a un bono que cotiza en bolsa, en donde de antemano definimos el monto a invertir, el plazo, el interés que vamos a recibir y la fecha de vencimiento, ocupándonos nosotros de todo lo que tiene que ver con la administración de esos contratos”.
“Creamos un nexo entre un inversor y un productor, ambos clientes de nuestra firma, estipulando plazo de inversión, monto a invertir y tiempo”, detalla, y continúa: “Todas las inversiones están respaldadas en ganadería, quiere decir que el inversor indirectamente está afectando su dinero a una inversión en ganadería. Ese ganado queda en el fideicomiso de garantía, garantizando el aporte del inversor y nosotros desde la empresa administramos toda la documentación que tiene que ver con los contratos y con los ganados, que existen, que tienen valor de mercado y que se van valorizando”, precisa.
Generar opciones de inversión para pequeños montos de dinero
Uno de los objetivos principales de Bono Ganadero es ampliar el abanico de posibilidades para pequeños inversores. Desde su experiencia en Uruguay, notaron la falta de opciones y desarrollaron un producto que resulte accesible.
En relación a esto, Silveira argumenta: “Quisimos que se pueda acceder al producto desde pequeños montos de dinero, que tal vez no son tan pequeños en sí, pero que sí lo son para ingresar en ganadería de la forma tradicional”.
“Con este producto logramos hacer que se pueda ingresar con un aporte mínimo de 5.000usd y sin tope máximo. Si bien el ticket promedio está en torno a los 40.000, 45.000usd, tenemos clientes que aportan más y otros menos”, señala con exactitud.
Cabe destacar, en este aspecto, que los plazos de inversión pueden ser desde seis, doce, dieciocho o veinticuatro meses, y los contratos son renovables por opción del inversor.
El rol del productor y sus beneficios
Como explicó Silveira desde un comienzo, Bono Ganadero conecta inversores sin experiencia o dedicación en el sector con productores agropecuarios, brindándoles también a estos sus respectivas ventajas.
“Para los productores esta herramienta es una opción de financiamiento. Nosotros tratamos de apuntar a productores que tienen su explotación ganadera y por diferentes motivos tienen que financiarse, entonces lo que hacemos es afectar parte de su patrimonio en ganado a esos contratos y se otorgarles financiamiento con el dinero de los inversores. Es una herramienta que funciona de buena manera, los productores la empiezan a conocer, los inversores también y confían en este sistema”, justifica Silveira.
Diferencias con un proyecto ganadero tradicional
Están a la vista las principales diferencias que Bono Ganadero posee en relación al negocio agropecuario tradicional, y en ellas los beneficios que puede otorgar a sus inversores.
Intentando dejarlas en claro, Silveira así lo explica: “En un proyecto de inversión ganadero tradicional, tú tienes que registrarte como ganadero y tener una marca para el ganado a nombre tuyo, es decir, ser un productor agropecuario. Después de tener esa documentación, deberías conseguir un campo, un socio, comprar el ganado y ocuparte. ¿Por qué difiere? Porque en este sistema invertís en ganadería sin hacer nada de eso, ya que lo hace un productor que ya está establecido y ya tiene su empresa”.
“La garantía es la misma, estás invirtiendo en ganadería, el ganado existe y está en un campo produciendo kilos de carne. Sos parte de la ganadería pero sin tener que cargar sobre ti todo lo que significa ser productor”, concluye.
Cómo ingresa el pequeño inversor
Sin dudas, este tipo de inversión representa al menos una opción para considerar, sobre todo dentro del abanico de variantes accesibles. Para Silveira, además, realmente se convierte en una alternativa ventajosa, principalmente en relación a lo que se paga: “Lo que tiene de interesante Bono Ganadero son los porcentajes que se pagan, que van de un 6% a un 10% en dólares sin gastos para el inversor, siendo además el ganadero uno de los rubros más seguros, estables y que más divisas generan al Uruguay”, afirma.
Considerando todo eso, ¿cómo se ingresa? Realmente sin mayores complicaciones: “Si la persona es física se pide básicamente la cédula y constancia de domicilio. En cambio, si la persona es jurídica se piden los papeles de la sociedad y dependiendo del tipo que sea, la documentación que se requiera en cada caso particular. Luego de ello, consultamos el monto y el plazo, solicitamos un breve formulario que nos permite, por ejemplo, conocer al cliente y sobre el origen de los fondos, y los ponemos en una lista de espera que no demora más de dos semanas”, enumera paso a paso Silveira.
“Finalmente se convoca al día de la firma”, continúa, y finaliza: “se firman los contratos y a partir de ese día el inversor pasa a tener la inversión a su nombre. Es relativamente sencillo”.
Inversiones sin fronteras
Bono Ganadero permite a inversores de cualquier región del mundo hacer negocios en el sector agropecuario del Uruguay: “Tenemos muchos inversores del exterior, no hay límites en ese sentido. Tenemos muchos inversores argentinos, muchos uruguayos lógicamente, algunos brasileros y también de Centroamérica”, cuenta Silveira.
“Lo que necesitamos solamente es que nos envíen la documentación para invertir, y con esos pasos que detallé en máximo dos semanas queda la inversión andando”, concluye.