Una carrera tan intensa como versátil
“Ciertamente me he reinventado múltiples veces, me he preguntado si lo que tengo es una incapacidad de estar quieto”, comienza asegurando, tal vez mientras repasa en su cabeza los mil y un caminos diversos que transitó acumulando experiencia e incluso replanteándose y aprendiendo en el trayecto.
Javier Berrocal nació en Costa Rica y pasó sus primeros años en las fincas de su padre, “yendo a una escuela y colegio católico y privado, pero criado en un ambiente plano, natural, sano y con bases muy sólidas”. Ingeniero Agrónomo de profesión, recibido en la Universidad de Costa Rica, con un MBA en Finanzas y Mercadeo del INCAE Business School, forjó una amplia trayectoria en el desarrollo de proyectos de diversa índole diseñando, proyectando, liderando y echando a andar empresas.
Dentro de su abanico absolutamente polifacético, comenzó como Gerente de Proyectos agrícolas, trabajó en proyectos eco-eficientes, formó parte del INCAE Business School como miembro en el área de investigación en asuntos de Desarrollo Sostenible, ejerció la Gerencia General en varias compañías, así también como la Dirección Comercial y la Dirección Ejecutiva en otras, creó una empresa importadora y distribuidora en Estados Unidos para mejorar el producto de exportación costarricense, se desempeñó como consultor empresarial, fundó un Puesto de Bolsa donde incursionó en el campo de las recompras inmobiliarias, realizó investigaciones y dedicó tiempo a proyectos de prueba propios, como por ejemplo, la siembra de bambú.
Como si fuera poco, además fue parte de la creación de la Fundación Acción Jóven hace ya doce años, desde donde trabaja con niños en riesgo social, apoyándolos en su proceso educativo. También fue el director de país durante tres años de la Fundación Hedwing y Robert Samuel, Tesorero y Vicepresidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria de Costa Rica y Vicepresidente de la Cámara de Exportadores del mismo país.
Verdadera motivación: Aquello que realmente lo define
La extensa y reconocida carrera que Berrocal ha construido a lo largo de décadas, es sin dudas una parte esencial en él. Sin embargo, hay algo más que lo define y lo motiva a otro nivel. E incluso, actualmente, lo hace cambiar su enfoque e intentar inspirar y aconsejar con más sabiduría.
Rememorando su origen, así lo explica: “Cuando tenía 36 años comencé a hacer deporte, nunca antes lo había hecho formalmente. Escogí las cosas que me encantan y para las que soy competitivo: correr, caminar, nadar y pedalear. Hice maratones y muchísimas carreras de ‘turnos,’ hasta que por casualidad un día hice un triatlón en el que llegué en el tercer lugar y eso selló el inicio de mi pasión”.
“Fue un cambio total de estilo de vida”, asegura Berrocal, y continúa: “Suena lindo, pero tiene un alto costo. Hay un precio que se debe pagar si se quiere hacer el cambio de vida, yo así lo hice y a la fecha sigo pagando el precio, aunque lo hago conscientemente y estoy muy conforme con ellos. De aquí nace mi Teoría del Valor”, culmina anunciando su concepto principal que desarrollará más tarde.
Berrocal ha encontrado el punto y aquello desde donde parte su nueva filosofía: “Me mueve el aire fresco, la montaña, el verde y el sol, la brisa de frente en la cara, el logro de la montaña subida, el compartir un almuerzo al aire libre, la sonrisa de la gente, ver sus estilos de vida, sus costumbres y conocer nuevos lugares. El resto es la ida y está bien, me gusta y hay proyectos empresariales y familiares, y la relación con mi esposa e hijos es maravillosa. Pero eso que está en la montaña, eso que está en el instante antes que se dé la salida de un triatlón, eso es lo que llena mi alma”, sentencia.
Su relación entre la vida profesional y la vida deportiva
Queda claro que Berrocal conjuga su reconocida carrera con una actividad física extrema, en donde de hecho ha encontrado más sabiduría. Pero, ¿cómo es esa ecuación? Desde su perspectiva, la respuesta es bastante simple: “No hay nada gratis. Si quieres dinero, tendrás que entregar tiempo y si quieres tiempo tendrás que sacrificar capacidad de hacer negocios y dinero”, sentencia.
“Siendo Gerente General de cualquier empresa, apasionado y entregado tal cual soy yo, difícilmente alcance el tiempo para ejercitarse y estar cerca de la montaña y las expediciones, el precio pagado es muy alto para mí”, retoma reflexivo. “La última gerencia general que tuve vendí mi tiempo muy bien vendido en términos económicos, hasta que el trueque era cada vez menos balanceado y se quebró el hilo. No me había dado cuenta el valor del tiempo perdido. Hoy soy libre otra vez, solvente, estoy bien físicamente, saludable y feliz”, confirma el costarricense.
Reinventarse: tiempos y oportunidades
Latinoamérica se caracteriza, entre otras cosas, por su inestabilidad. Y es en ella, que Berrocal se mueve como pez en el agua, o más bien, como algún animal montañoso en tierras altas y empinadas.
“Mi característica es que soy un caminante de montaña, un aventurero que no puede quedarse mucho tiempo en un mismo puerto, no obstante tengo un feliz matrimonio de treinta y tres años y no tengo deseo alguno de cambiarlo, somos un mosaico de anhelos y personalidades”, define con notable atino.
Dentro de esta compleja mixtura, Berrocal también contempla el contexto: “Mis reinvenciones son producto de los tiempos y las oportunidades. Nunca pensé que fundaría y manejaría un Puesto de Bolsa, ni pensé en fundar una Fundación de bien social, y sin embargo he hecho todo eso y mucho más. En estos meses junto a mi esposa hemos iniciado un negocio industrial de alimentos. Todo eso me encanta, me motiva y me llena de expectativas. Y tengo capacidades adecuadas para lo que haga, y cuando no las tengo las adquiero de una vez y sin amagues. La vida es una aventura, o al menos así la veo yo”, concluye.
Nueva realidad, valor subjetivo y vuelta al origen
Ante el claro y contundente cambio de paradigma que vivimos todos los habitantes del mundo, la opinión de un experto en transformarse y adaptarse puede resultar esclarecedora y trascendental. En este sentido, Berrocal asiente: “La nueva realidad es tan diferente a lo que teníamos apenas hace unos cinco años que hay que aceptarla tal cual es y aprender a aprender rápido, constantemente y sin prejuicios. Hay que reconstruirse internamente, pero no para una circunstancia ni para un reto, sino para saber quién es uno y que desea”.
Consecuentemente, el costarricense avanza en el aporte de conceptos clave para comprender el fenómeno: “Todo tiene un precio y a todo hay que darle valor. Las cosas, los trabajos y las circunstancias no tienen un valor intrínseco, sino un valor subjetivo. Entenderlo y ponerlo en práctica es un proceso relativamente fácil si se quita uno el millón de capas de cosas con las que, a través de la vida, nos hemos ido cubriendo por necesidad, cultura, educación o miedo”, explica.
“Los paradigmas con los que mi generación creció no existen, desaparecieron para siempre”, sentencia Berrocal, y continúa: “Queda entonces volver al origen, el yo, quién soy, qué soy, poner el norte en la brújula y ese norte es el yo”.
Su aporte en la educación de los más jóvenes
Una de las principales motivaciones hoy en día para Berrocal está puesta en ofrecer un diferencial en la formación de los jóvenes, aplicando toda su experiencia profesional pero sobre todo personal en este desarrollo.
Con respecto a esto, comienza con una importante aclaración: “Contrario a lo que se dice popularmente, yo sí creo que la educación formal y la profesionalidad sigue y seguirá siendo importante. Necesitaremos siempre doctores, ingenieros, obreros, panaderos, etc. Digan lo que digan. La diferencia es que eso no es suficiente”.
Sin embargo, a partir de allí, es que surgen desde su punto de vista los complementos necesarios: “El tema es que necesitaremos personas más integrales, que tengan su brújula bien apuntada a su yo, lo que no quiere decir a un individualismo ególatra ni egoísta. La brújula en el yo es el principio, la base de saberse quien soy, para poder ser. Me gustaría poner un grano de arena en el desarrollo de un discurso en la Teoría del Valor de manera que las personas que me escuchen aprendan a usar su brújula y comiencen a vivir su vida enfocadas en su norte. No quiere decir que haya garantía de felicidad, ni que sea fácil, y hay un precio que pagar al que muchos no estarán dispuestos, pero así debe ser”.
Incursión en el negocio del bambú: sus posibilidades
Una de las más recientes aventuras en los proyectos de Berrocal, tiene que ver con los negocios del bambú, una variante innovadora y más que interesante en la industria de la construcción y la madera en general que, además, puede convertirse en un excelente emprendimiento incluso comunitario.
“El bambú es la planta que más rápido crece, un tipo de gramínea que crece en casi todos los climas tropicales y subtropicales, con una calidad de su fibra extraordinaria por su resistencia y flexibilidad, que captura carbono de la atmosfera y que es una alternativa fantástica para la construcción”, explica Berrocal con información precisa.
“Hasta hace no mucho tiempo se utilizaba únicamente de forma rolliza, pero ahora hay tecnología que permite hacer láminas y madera aglomerada”, continúa ilustrando, “un emprendimiento como este requiere un encadenamiento productivo complejo, pues se parte de la producción agrícola del bambú, se necesita infraestructura para esa explotación y aparte una fase de industrialización medianamente compleja”.
Aunque estas particularidades lógicas de cualquier industria existan, Berrocal no deja de visualizar una gran oportunidad y desarrolla otros dos encadenamientos: “También hay una instancia previa que sería la puesta en marcha de nueva empresa productora de aglomerados para la industrialización del bambú, y otra posterior que sería la fase comercial, fundamental para llevar el producto a mercados domésticos y transnacionales”.
“Sea como sea, es un proyecto lindísimo que se puede llevar a cabo tanto como una iniciativa individual como comunitaria, involucrando comunidades agrícolas que produzcan el bambú y agrupando esfuerzos para la fase de industrialización y comercialización”, asegura con gran anhelo.
La Next Idea de Javier Berrocal
Teniendo en cuenta la tónica que prepondera en su ida, el próximo paso del costarricense podría ser realmente indescifrable. Sin embargo, la única variable predecible sería la de la motivación basada en su motor interno y sincero apegado al más profundo deseo personal de transformar y mejorar su entorno.
Usando eso como guía, Berrocal retoma aquella idea que mencionó en varios pasajes de sus reflexiones y lo coloca, aquí, como su siguiente desafío: “El proyecto que me gustaría desarrollar es exactamente este discurso o serie de conferencias que yo llamo La Teoría del Valor. Es un proyecto que vengo rumiando desde hace muchos años y encuentro en esta palestra, por primera vez en mi vida, un medio a través del cual este mensaje puede llegar al oído de algunas personas a quienes les podría realmente interesar”.