Saber dónde estás parado para poder crecer
La vorágine del día a día y los problemas que se presentan y se deben solucionar en cualquier proyecto u emprendimiento, hacen que muchas veces se pierda la visión estratégica. Lo que se convierte en un problema, ya que no existe un negocio exitoso sin estrategia. Es algo que no se debe perder de vista.
¿Cómo se hace para tener una visión estratégica? No hay otra receta que conocer los números más importantes de tu negocio. Conocerlos, tener en cuenta las variables y también saber interpretarlos y por supuesto sacarles provecho. Tener un control sobre estos aspectos clave es determinante para aplicar la estrategia acertada.
Los números más importantes que debes controlar de tu negocio son los ingresos y los gastos, junto al balance que resulta de ello. También el costo de una venta o de un nuevo cliente, cuánta inversión te lleva. Y, en definitiva, la utilidad: ¿Estás ganando o perdiendo con tu negocio? ¿Cuánto ganas y cuánto pierdes? Vamos al detalle de cada punto.
Los números de tu negocio que no debes perder de vista
Como mencionamos arriba, hay ciertos números de tu negocio que no puedes perder de vista para poder aplicar la estrategia que necesitas. Vamos a repasarlo uno a uno.
Los ingresos
El relacionado a las ventas es uno de los números que más en claro debes tener. Pero no solo el número en sí, sino además qué productos son los que más se venden y si hay estacionalidades en las ventas (meses en los que se vende más o menos). Saber eso permite potenciar lo bueno y al mismo tiempo pensar en estrategias para reforzar los puntos débiles.
Una buena medida a tomar es, por ejemplo, es anotar el dinero ingresado en tu negocio en el último año. Tan fácil como anotarlo en una hoja de Excel. Puede ser desglosado mes a mes y así podrás sacar conclusiones de las estacionalidades, al mismo tiempo de permitirte plantear una proyección hacia el futuro.
Gastos operativos
Del otro lado de los ingresos, están los gastos que todo negocio conlleva. Todo lo que tiene que ver con el alquiler, servicios básicos, campañas de marketing, salarios y cualquier otro recurso que implique la producción y distribución del producto.
Al igual que en el caso de los ingresos, se puede elaborar un Excel con todos los gastos del último año, distinguidos mes a mes. En este punto es importante diferenciar los gastos fijos de los variables. Cuanto tengas en tu poder los números de ventas y de costos, podrás hacer una evaluación del funcionamiento del negocio y si marcha de acuerdo a tu expectativa.
Costo de venta
Saber cuánto gastas para que tu negocio funcione, en términos de tiempo y de dinero, quedó en claro que es muy importante. Pues también lo es el hecho de saber cuánto te cuesta cada nueva venta o cliente. ¿Qué presupuesto dedicas a dar a conocer tu emprendimiento y a atraer a tus clientes potenciales? ¿Cuánto tiempo inviertes en llamadas, emails y reuniones hasta concretar una venta?
Entender tu coste de adquisición de cliente te anima a cuidarlos y a querer consolidar tu relación con ellos. También a saber cuánto tiempo y cuanto dinero deberás invertir en un futuro para sumar clientes, ventas y de esta manera que tu negocio crezca.
De donde vienen las ventas
Además de conocer el número de ventas y cuál es el costo, es importante saber de dónde provienen las ventas. Sobre todo si posees varios canales de comercialización: web, marketplaces, distribuidores y otras. Es imprescindible saber qué canales de venta te son más rentables y qué productos son los que más se venden.
Tener y entender esta información te resultará clave para saber dónde deberías invertir más recursos para seguir creciendo. Por ejemplo, sobre qué productos vale la pena invertir más en campañas de marketing. O en qué plataforma posicionar mejor tus productos.
Utilidad: ¿Estás ganando o estás perdiendo? ¿Cuánto?
En definitiva, todos los datos anteriores te sirven para hacer un balance y poder obtener los números definitivos que indican si tu negocio está siendo o no rentable. O si está siendo todo lo rentable que pretendes en función de tu inversión de tiempo y dinero. Y de las expectativas depositadas.