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¿Qué es el Edadismo? sus repercusiones en una empresa y cómo combatirlo

Un tema que suele ser motivo de mucha discusión y que todavía no tiene una definición en común sobre cómo tratarlo. Descubre de qué trata el edadismo y lo que genera este concepto dentro de una empresa.
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¿Qué es el Edadismo? sus repercusiones en una empresa y cómo combatirlo

Edadismo: definición de concepto

Si se busca “edadismo” como tal en un diccionario de la Real Academia Española, se encuentra que se refiere a una discriminación de las personas en base a su edad, particularmente dirigida hacia los mayores. Puede parecer un tipo de discriminación leve y, muchas veces, quienes incurren en esta práctica reprochable no lo toman como algo discriminatorio y ahí es donde reside el gran problema. 

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) arroja claridad sobre el tema y marca que, a través de una serie de experimentos sociales y entrevistas realizadas, 5 de cada 10 personas tienen comportamientos edadistas, principalmente en contra de las personas mayores o de edad avanzada.  

Una reflexión necesaria

Es importante ser conscientes de que el edadismo es una forma de discriminación y que es más frecuente de lo que cualquiera podría pensar, ese es el primer paso para comenzar a combatir una problemática que se hace muy presente en las empresas y organizaciones, al contar con empleados de edad avanzada. 

¿Cómo se detecta? muchas veces aparece en comentarios cotidianos y sencillos, pero que impactan directo en la autoestima de quien lo recibe. Pueden ser sobre limitaciones físicas, psicológicas y, por supuesto, siempre en relación a la edad como el gran condicionante. Sin embargo, es peor aún cuando se hallan en directivas, estatutos y hasta en políticas establecidas por una compañía, que pueden terminar siendo incluso denigrantes para las personas de mayor edad. 

Todo parte de estereotipos y prejuicios en contra de aquellos que tienen una edad más avanzada, ya que se los vincula al debilitamiento físico y cognitivo que pueden sufrir algunas personas, como pueden ser pacientes con demencia o con enfermedades en huesos y articulaciones. Generalizar está mal y atribuir esas condiciones a cualquier persona es un grave error, que además potencia la desigualdad entre empleados y provoca una carga emocional a quienes lo sufren, complicando su labor en ese sentido y dejándolos mal parados ante el ojo común de la sociedad, que poco a poco los descarta.

¿Cómo combatir al edadismo?: todo comienza por uno mismo

Suele decirse que si lo que se está buscando es cambiar algo a un nivel general o masivo, lo primero que hay que hacer es preocuparse por cambiar uno mismo. Eso aplica para combatir el edadismo, un problema que comienza por cada persona que no puede aceptar o no comprende que el valor de las personas va más allá de su edad. 

Analizar las expresiones a utilizar

Siempre es bueno tomarse un tiempo para pensar y analizar el modo en que uno actúa y se expresa frente a otra persona. Hay que tener en cuenta que la discriminación la puede ejercer cualquiera, aún cuando no busque lastimar ni herir con lo que está diciendo.

Entonces, antes de tocar temas que pueden ser sensibles para el otro, es bueno pensar y preguntarse: ¿lo que digo podría herir a alguien? o ¿estoy anulando a una persona mayor con lo que digo?.

Corregir a tiempo

Tal como se mencionaba en el punto anterior, nadie queda exento de cometer alguna vez un comentario que refleja edadismo, de hecho las estadísticas que también se mostraban previamente en el artículo son una clara afirmación de ello. 

Sin embargo, no quiere decir que aquel que alguna vez incurrió en estas malas prácticas o expresiones, no pueda desdecirse o simplemente evolucionar en su pensamiento y reconocer el error. La clave de todas maneras está en, a la vez de asumir el error, comprender dónde estuvo la equivocación y poder reformular la frase que se haya usado, al igual que dejar de usar expresiones que indiquen edadismo.

Promulgar el cambio de mentalidad

Si se quiere erradicar el edadismo de un ambiente, como puede ser un espacio de trabajo, lo cierto es que no alcanza con que solo una persona deje de caer en eso, sino que es importante que se esparza al común de las personas que allí trabajan y desempeñan distintas labores. 

Es así que, al detectar el edadismo en los demás, lo mejor es involucrarse y llevar ese mensaje de cambio de mentalidad. Con buenos modos y una comunicación asertiva, es posible que, así como uno mismo entendió que el edadismo era una cuestión completamente negativa, otros también puedan conseguir alcanzar ese estado, para dejar de invalidar a las personas por su edad

El valor de luchar contra el edadismo

Enfrentar el edadismo como organización, es decir que se vuelva una política dentro de la empresa, puede terminar siendo un diferencial enorme. Los beneficios no solo van al posicionamiento de la compañía dentro del mercado, ni a la armonía en el lugar de trabajo, sino que se extienden a una mayor concientización que puede ayudar a revertir los prejuicios y la mala imagen que se tiene sobre la vejez. 

La OMS ha indicado que, en base a estudios realizados, las personas mayores con actitud negativa sobre el envejecimiento pueden llegar a tener una esperanza de vida 7 años menor. Asimismo, el envejecimiento concebido como algo negativo, osea edadismo, aumenta el aislamiento social y el estrés, lo que a su vez puede repercutir en problemas de salud (cardiovasculares).