El furor de los emprendimientos de triple impacto
Emprender en tiempos modernos, más todavía tras el paso de la pandemia, se ha vuelto una situación recurrente. Sin embargo, enfocar los emprendimientos en un rubro, una temática u ciertos objetivos, es un punto de los difíciles a resolver. Hay nuevos paradigmas que cubren la escena y vuelcan a los actores importantes del ecosistema hacia una tendencia, que para todos aquellos emprendimientos iniciales que quieran despegar, se vuelve casi un mandamiento.
Hablamos en particular de los emprendimientos de triple impacto, aquellos que ven más allá de la rentabilidad. Daniela Peralvo Lupera, flamante Co-CEO y Co-founder de IMPAQTO, una empresa líder en Ecuador, dedicada a acelerar, incubar, dar asesoramiento y hasta facilitar coworking a emprendedores, habla sobre estos: “Este tipo de emprendimientos tienen como parte fundamental el querer resolver problemas sociales y ambientales, eso está como en su corazón y alrededor de eso se construyen modelos de negocio, los cuales ofrecen productos y servicios que están justamente atados a ese gran propósito”.
Ahondando en la definición, Daniela agrega: “pueden ir enfocados a diferentes industrias, como salud y educación, alimentos, temas ambientales, entre otros. Lo que los diferencia es que tienen una meta principal de resolver problemas, no como un negocio tradicional cuyo mayor objetivo es generar lucro”.
Sin el dinero como objetivo pero rentables
Tal como explicaba Peralvo Lupera, los emprendimientos de triple impacto no basan su desarrollo en la búsqueda del lucro, pero entonces, ¿son capaces de generar rentabilidad?: “si bien en su corazón está ese propósito, tiene que tener un modelo de negocio que pueda generar lucro, que pueda permanecer en el tiempo, que pueda escalar, porque eso implica que cada vez que hay un producto que se vende en más unidades, hay una comunidad que está siendo beneficiada, por ejemplo, con reducción de cierta cantidad de CO2 en el ambiente”, menciona la especialista.
A su vez, explica: “tiene que haber una rentabilidad, un modelo de negocio, pero es diferente del negocio tradicional. Eso lo hace más complejo, pero a la vez varios estudios muestran que es la tendencia que siguen las empresas del futuro. Los consumidores son cada vez más conscientes y buscan empresas que tengan este beneficio, que estén resolviendo los retos que vivimos”.
Los emprendimientos de triple impacto son prioridad
Desde su experiencia como creadora de IMPAQTO, acelerando, incubando e impulsando emprendimientos desde sus primeros estadíos, Daniela confirma que el triple impacto es la condición más atractiva para sumar a las filas de este tipo de empresas: “la tendencia está en que cada vez más busquemos ese tipo de empresas y nosotros como IMPAQTO nacimos con ese espíritu. Buscamos este tipo de empresas desde nuestro día cero, pero ahora además el consumidor lo está pidiendo, los clientes están buscando ese tipo de liderazgo, entonces, nosotros como organizaciones que las apoyamos, estamos profundizando mucho más”.
De todas formas, recalca algo importante sobre la fidelidad de estos emprendimientos: “no solamente es que se presenten como de triple impacto, sino que sea medible, porque así como se miden los rendimientos económicos, queremos que se midan también ciertas métricas de impacto, ya sea sobre un número de beneficiados, de vidas impactadas o mismo un número de árboles plantados”. Evitar la confusión y el engaño mediante el marketing, es importante para la CEO: “necesitamos ser rigurosos también en cómo medimos el impacto social ambiental que estas startups o emprendimientos están realizando y ese es un gran reto. Tener estándares que puedan facilitar esa medición y que las empresas tengan esa rigurosidad, de la misma manera que reportan a sus stay holders sus números financieros, también reporten el impacto hacia la sociedad y el ambiente que están teniendo”.
¿Qué se tiene en cuenta al seleccionar un emprendimiento de triple impacto?
En este punto, Peralvo Lupera comenta: “es importante, por un lado la facturación, buscamos que sea una empresa ya consolidada, que tenga un cierto nivel de facturación anual y en la cual sus fundadores se brinden al 100%, eso quiere decir que hay compromiso, que están para un largo tiempo”, y completa luego: “nos interesa también que nos expliquen cuál es este problema grande que buscan resolver y cuál es la solución, hay que tener esa claridad. No importa en qué estado están, en qué rubros, en qué sectores, pero hay un gran déficit de entender los problemas, de conocer realmente lo que quieren resolver a través de sus productos y servicios”.
En esa exposición de problema y solución, es precisamente donde se define la condición de triple impacto de cualquier emprendimiento y por eso la experimentada profesional ecuatoriana, que se define a sí misma como una constructora de comunidades y ecosistemas de emprendimiento de impacto, reafirma: “el impacto social ambiental debe estar súper definido, o al menos tener un potencial, porque en muchos casos hay empresas que tienen un potencial muy grande, pero que todavía no se autoidentifican como tal, como empresas de triple impacto”.
¿Cualquier emprendimiento puede lograrlo?
La respuesta de la miembro de la Junta Asesora de Innovación de UNLEASH, catalizadora de League of Intrapreneurs, es concreta: “si, son bastantes amplias las industrias en las cuales pueden surgir y de hecho nuestra compañía hace diagnósticos en términos de industria. Obviamente hay algunas que tienen un impacto negativo, como la minería, extracción de petróleo, entre otras. Es muy difícil que a esas les puedas dar la vuelta porque en su corazón principal está extraer”, sin embargo, profundiza: “desde esa mirada hay una posibilidad que un negocio que inicialmente no pudo haber empezado con el tema de impacto positivo se pueda transformar, por supuesto. Hay modelos de negocio de impacto que están basados hacia los clientes, los colaboradores. Por ejemplo, una línea de productos que sean hechos por personas con alguna discapacidad o madres en situación de vulnerabilidad”.
Siguiendo esa línea, vuelve a plantear: “hay modelos que se pueden transformar definitivamente y esa es la ventaja que vemos, que puede ser que de inicio no empezaste con ese corazón, pero en el camino puedes transformarte y tengas ese compromiso profundo, a través de las prácticas, a través de los clientes con los que trabajas o los colaboradores que tienes o las alianzas que generas, hay formas”.
El desarrollo y potencial de los emprendimientos tendencia
El triple impacto es sin lugar a dudas una tendencia, a priori, irreversible y que tiene mucho campo de desarrollo por delante. Así y todo, todavía no es algo que se refleje en la financiación de este tipo de proyectos: “hay un nicho que crece en términos de inversión de impacto, pero todavía es un nicho. Lo que sí vemos es una tendencia importante que hace que se invierta cada vez más en este tipo de empresas, aunque sigue habiendo una instancia entre lo que es el mainstream de la inversión y el mundo de los Venture Capital (VC), aún entendiendo estándares de ESG (Enviromental, Social y Governance). Hay un camino por recorrer, pero vemos con muy buenos ojos la tendencia y su crecimiento”, explica la fundadora de IMPAQTO.
Lo que sucede en Latinoamérica
No es lo mismo lo que ocurre en un lado del mundo u otro respecto a estos emprendimientos que se vuelven una tendencia creciente, como explicaba Daniela Peralvo Lupera, quien en este caso identifica cuestiones propias de la región: “vemos potencial porque hay mucho talento y además estamos muy conectados a los problemas. En Latinoamérica tenemos grandes retos en términos sociales, como los que la pandemia nos mostró, al igual que retos ambientales al tener pulmones del mundo como la Amazonía, los Páramos, y otros lugares que necesitan mayor protección”.
En conclusión, señala: “a los emprendedores los vemos como ese campo para generar soluciones. Ahí es donde Latinoamérica tiene un gran potencial, hay cada vez más líderes que están entendiendo que hay nuevos caminos para emprender”.