El límite de la productividad
Muchas veces se piensa que mayor productividad es sinónimo de éxito o bienestar en los negocios y emprendimientos. Pero, ¿Puede esa productividad volverse tóxica? ¿Cuál es el límite de la productividad? Como todo en la vida, el exceso no es un buen consejero. Incluso cuando ese exceso se da en la productividad.
Comprometerte demasiado y a varias cosas al mismo tiempo, puede llevarte a una fijación poco saludable en tu productividad. Y esto lleva al agotamiento, a la pérdida de equilibrio personal y afecta a tu bienestar personal. La productividad tóxica ocasiona muchas veces el estrés y un excesivo desgaste mental. Los empresarios más exitosos saben de la importancia de una rutina equilibrada para alcanzar las metas.
¿Qué es lo que causa la productividad tóxica?
Uno de los motivos que produce el exceso de productividad, es el sentirse culpable. Creer que uno no es merecedor de unas vacaciones o de una pausa y que todo el tiempo debe estar haciendo algo productivo. Sentir internamente que uno es un holgazán por disfrutar de un tiempo de relajación, lo que lleva a pensamientos de vergüenza y a buscar algo para hacer considerado productivo.
La productividad tóxica también puede estar generada por las expectativas en el lugar de trabajo, que muchas veces resaltan la importancia de parecer ocupado. Ahí es cuando uno quiere hacer muchas cosas al mismo tiempo para impresionar, lo que provoca una pérdida de eficacia a nivel general. Tampoco ayuda trabajar mucha cantidad de horas, porque el cerebro necesita descansos para funcionar correctamente.
Generar hábitos más sanos
La pregunta siguiente es ¿Qué hacer para combatir el exceso de productividad? En esa dirección, lo importante es empezar por los pequeños hábitos del día a día. Hacer un balance de las tareas pendientes en una semana determinada y realizar una tarea menos es una buena medida a tomar para combatir la productividad a toda costa.
Otra recomendación es hacer una cosa a la vez porque, como mencionamos arriba, querer resolver diferentes cuestiones al mismo tiempo lleva a una pérdida de la efectividad. Es tal vez lo más difícil de lograr, pero es algo en lo que se debe trabajar.
También es muy importante tomarse un tiempo para reflexionar sobre por qué te has establecido ciertas metas y por qué empleás el tiempo de la manera en que lo hacés para cumplir con esos objetivos trazados. Hay que verse desde afuera para entender lo que uno está haciendo, para dejar de funcionar en piloto automático.
Fijar metas inalcanzables puede provocar el exceso de productividad y la posterior frustración al no cumplirlas, sumado al desgaste mental y al estrés sufrido. Por eso es preferible trazar pequeños objetivos e ir cumpliéndolos de a poco, lo que te mantendrá motivado.
Ni mucho ni poco: lograr el equilibrio
Así como es un problema la falta de productividad, también es contraproducente el exceso de productividad. Para funcionar en el máximo rendimiento personal y que eso se vea reflejado en nuestro lugar de trabajo o emprendimiento, los tiempos de descanso también son necesarios. Hay momentos en los que está bien no ser productivo.
No hay que sentirse culpable por disfrutar del tiempo libre, ya que es parte de lo que se necesita para poder rendir al máximo de nuestra capacidad. Y también es muy importante establecer metas alcanzables en función de nuestros recursos, porque objetivos desmesurados llevan al exceso de productividad y eso afecta al bienestar personal.
Encontrar el equilibrio entre la vida laboral y profesional no solo es importante para nuestro negocio u emprendimiento, sino también para la salud y la realización personal. Está bien producir, pero no hay que caer en el exceso.