Desde hace muchos años que varios de los deportes más populares se han profesionalizado, a tal punto que se han convertido en una industria de la que se desprenden muchos negocios de valores significativos, a nivel mundial. A su vez, ese mismo proceso los ubica a los deportistas en un lugar central, protagónico, en el que son estrellas y acceden a contratos millonarios, con notables ventajas en su calidad de vida también.
Sin embargo, la vida de fama, lujos y excentricidades muchas veces termina por ser efímera para los atletas, ya que no ven más allá de lo que en terminos de años de vida reales pueden subsistir. Es decir, teniendo en cuenta que la mayoría de los deportes profesionales permiten una carrera de 10 a 15 años, pudiendo a veces ser menor a ese tiempo, siempre teniendo en cuenta el nivel que alcance cada deportista, luego queda mucho por delante y no todos planifican de la mejor manera ese porvenir.
Pero hay otros que si lo hacen e inician un camino emprendedor y de negocios que los lleva a triunfar aún cuando no están dentro de un campo de juego. Aprovechando las oportunidades que les dio el deporte, se comienzan a replicar los casos en los que un atleta se vuelve exitoso en el ámbito empresarial, con emprendimientos propios o bien sumando su aporte a startups o compañías ya posicionadas.
Michael Jordan es uno de los deportistas más importantes de todos los tiempos, no solo por sus seis anillos de NBA y el hecho de haber ganado cada final que jugó, marcando una diferencia superlativa dentro de la cancha, sino que también el oriundo de Carolina del Norte marcó el camino para la beneficiosa relación que hoy tienen los atletas con las marcas y, en definitiva, la profundización del marketing deportivo.
Su contrato con Nike batió todos los records y se convirtió en una de las decisiones más acertadas de cualquier persona en el mundo de los negocios. Gracias a esa unión, logró desarrollar su marca Air y recaudar cifras exorbitantes de dinero, que luego reinvirtió en otros negocios.
Los casos testigos de deportistas que invierten en negocios propios o se suman a otros ya comenzados son realmente numerosos y en muchos de ellos el resultado es positivo, sobre todo a partir de algunos años para acá que los deportistas de elite comenzaron a marcar una diferencia significativa en la percepción de salarios y además en los ingresos por publicidad que suelen ser incluso mayores que lo que reciben desde los clubes o competencias en las que participan.
Además de un convenio con Nike que vincula su imagen a una línea de zapatillas y otros productos por unos 30 millones de dólares anuales, "El Rey" tiene acciones del Fenway Sports Group que es dueño de equipos de distintos deportes y siempre de primer nivel como son el Liverpool FC (Premier League), los Red Sox (MLB) y los Pittsburgh Penguins (NHL). A eso le suma las operaciones de su empresa llamada Spring Hill, que se encarga de manejar las acciones de marketing del propio LeBron, pero también de producir y desarrollar entretenimiento a través de diferentes plataformas, valuada en alrededor de 300 millones de dólares.
Como si no fuera suficiente, el jugador de los Los Ángeles Lakers adquirió parte de la cadena de cómidas Pizza Blaze, siendo este uno de sus primeros movimientos en el mundo de los negocios. En 2012 invirtió menos de un millón de dólares por el 10% de la empresa y desde su llegada el crecimiento ha sido exponencial, logrando una expansión en Estados Unidos y Canadá con más de 300 sucursales y un valor aproximado de 30 millones de dólares.
Supo ser número de uno del ranking de la WTA, pero no una más sino que se trató de una de las tenistas que mayor repercusión tuvo en la escena del tenis femenino. Tras la situación de doping positivo que le tocó atravesar aprovechó el tiempo alejada de las canchas para formarse en la Business School de Harvard, donde alimentó su espíritu emprendedor que la llevó a lanzar una línea de productos azucarados bajo el nombre Sugarpova. Con presencia en más de 30 países, María se ha vuelta una ex atleta que triunfa como empresaria.
Si de tenistas hablamos, no se puede dejar afuera a quien es considerada por muchos como la más grande de todos los tiempos. Serena Williams también se volcó a los negocios y lo hizo con Serena Ventures, una empresa que incuba y brinda asesoramiento, financiamiento y más herramientas a startups que están iniciando su camino y necesitan de apoyo para su desarrollo. En compromiso con su comunidad, Serena Ventures le brinda principal atención a startups con mujeres afroamericanas involucradas.
Según la propia ex número uno del mundo ha invertido ya en 16 empresas unicornio y a través de su empresa ha podido recaudar más de 110 millones de dólares para inversiones. Asimismo, cuenta con una marca de ropa propia y planea ampliarse con una línea de maquillaje.
