De la carrera de leyes al sueño del emprendimiento: el inicio de una historia de éxito
La decisión de emprender puede cambiar la vida de una persona y hay pruebas de ello, como la historia de Itzia Kramsky, una mujer de 35 años, oriunda y habitante de San Cristóbal de las casas en Chiapas, quien decidió seguir su sueño y trabajar en lo que le apasiona: “Mi pasión es el e-commerce y la atención al cliente”, reconoce la abogada, graduada con mérito académico.
Es que hace 14 años, cuando se graduaba con honores de la carrera de abogacía, Itzia decidía emprender y no precisamente en el mundo de las leyes. Una mala situación durante su tiempo en la institución formadora, la llevó a tomar un curso de joyería para “despejarse”, sin embargo, ese sería el puntapié inicial para terminar de encender la chispa de emprendedora que tenía adentro.
“Empecé vendiendo cristales, pero no funcionaba, había mucha gente que ofrecía lo mismo. Entonces pensé en ofrecer algo más único y se me ocurrió comenzar a vender joyas con ámbar, una piedra que se encuentra en Chiapas y es prácticamente exclusiva de la zona”, cuenta la protagonista acerca de sus inicios, pero ¿Qué paso con la abogacía?, pues sencillo: “Cuando comencé a vender joyería con ámbar, crecí muy rápido y en un año ya ganaba 7000 pesos mensuales, mientras que cuando termine la carrera me ofrecían un trabajo por 3.800 al mes debido a mi promedio”.
Así inició entonces el camino de Itzia y su emprendimiento soñado: Chiapas Mágico. “comenzó una vez que me establecí vendiendo joyería con ámbar, pero a medida que subía las fotos mostrando los productos, la gente me comenzó a preguntar por las blusas que se veían en las imágenes o los adornos que salían atrás. Es que Chiapas es uno de los estados que más variedad tiene en artesanías y yo no me había dado cuenta, fue la propia gente la que me empezó a encaminar y así empecé a tratar con artesanos, mineros, personas que bordan y vi la magia de la gente, para mí fue magia y entonces surgió Chiapas Mágico”.
El perfil de una emprendedora que hizo su camino al andar
Itzia se define como una persona agradecida, pero inquieta, que se obsesiona con las cosas, sobre todo cuando le dicen que no puede hacerlo o la vida le pone un desafío por delante: “Soy muy necia y me obsesiono. Soy de esas personas que, si le dicen que no se puede, tiene que comprobarlo. En el momento que comencé, tenía un novio que era ingeniero en sistemas, pero no me ayudó, entonces yo tomé mi propio camino. Creo que hoy en día todo se encuentra en internet, con tutoriales. Terminé haciendo yo misma mi página, por lo que creo que una persona, aunque no tenga en ese momento el conocimiento, no quiere decir que no pueda abrir la puerta para obtenerlo”.
Su perseverancia no deja lugar a dudas y los resultados de su emprendimiento, que cumple 14 años, son un reflejo de tal cuestión. Aunque no es solo perseverancia, también es pasión y ambición de ir por más: “Siento que el mundo es muy grande y yo quiero un pedazo. Yo diría que el emprendimiento son los tenedores con lo que te comes al mundo. Creo que no hay nada más triste que trabajar en un lugar donde te encuentres frustrado”, explica quien obtuvo un premio de Mercado Libre por su condición de tienda líder y la reputación entre los usuarios.
Como bien cuenta la emprendedora mexicana, “en aquel momento mercado libre no tenía parámetros de seguridad y la reputación lo era todo”. Solo se lograba sumar esa insignia mediante la recomendación propia de los clientes. En la actualidad, tras sus 14 años de trayectoria, se puede decir que las buenas críticas le han llovido, pero no fue un camino fácil: “Si, eché a perder muchas cosas al principio, pero ahora tengo mi tienda en línea, sigo siendo mercado líder en mercado libre y después de 14 años, por primera vez, tengo mi tienda física. Es un espacio digno de todo el esfuerzo, han sido 14 años de mucho trabajo, no se logró de la noche a la mañana”, destaca, quien en algún momento llegó a vender sus productos en subasta, por debajo del valor correspondiente, con la idea de generar buena reputación y cumpliendo con todos sus clientes aún si el trato en un principio no le era del todo favorable. “Para un emprender creo es fundamental tener valores como la honestidad, eso me traído también a donde estoy hoy”, completa.
Premio y reconocimiento de Mercado Libre
La relación con el gigante del comercio electrónico es de larga data, siendo esta la plataforma que le permitió expandirse y todo se debe las telenovelas. Es que Itzia convive con su “abuelita”, como cariñosamente le nombra, con quien una noche mirando la televisión, en los cortes comerciales, dio con la publicidad de Mercado Libre y decidió que era el lugar indicado para lanzarse como emprendedora.
El desempeño como mercado líder durante tantos años y su propia historia de superación, emprendiendo desde las ganas y la pasión que le genera el comercio electrónico y la atención al público, le valió participar de un concurso organizado por MELI, el cual terminó ganando. Itzia embolsó $10.000 dólares de premio, además del gran reconocimiento y honor de los altos mandos de la compañía y de sus pares emprendedores también. Sin embargo, a pesar de que ese día en que se coronó como ganadora, ha sido el mejor día de su vida, no es por el dinero que se emociona al contarlo, sino “porque en el camino del emprendimiento te cruzas con muchas personas que te dicen que no vas a poder y ganar ese premio fue como decirme a mí misma: lo lograste, que bueno que te escuchaste”, explica la emprendedora premiada.
Concepto de éxito
Además, la fundadora de Chiapas Mágico expresa su vara para medir el éxito: “El éxito no son los premios, sino despertarme todos los días con una sonrisa por lo que me voy a dedicar a hacer, por abrir mi tienda, por checar mi correo, por atender un cliente, eso para mi es el éxito” y a modo de reflexión, con tono de consejo en base a su experiencia, suma: “Me gusta decirles a todos los emprendedores que aunque todos pueden dudar de ti, la única persona que no puede hacerlo eres tú. En adelante, con esa determinación, se puede lograr un emprendimiento exitoso”.
Claro que el dinero cumple y cumplió con esa inyección de motivación y fortalecimiento, un rol fundamental. Para cualquier emprendedor lo es: “A los emprendedores nos gusta mucho el dinero y está bien, es algo importante. Muchos dicen que el dinero no es lo importante, entonces yo digo: venga, transfiéremelo (se ríe)”. Además, reconoce que la educación financiera es algo clave para poder emprender con éxito.
La consolidación de Chiapas Mágico en su 14 aniversario de fundación
De aquellos primeros productos vendidos por subasta, Itzia pasó a crear una empresa cada vez más grande. De hecho, pasó de ingresos mensuales que rondaban los 7000 pesos en el primer año a unos 35.000 solo con las ventas por Mercado Libre. Hoy en día, además de ello, cuenta con su propio sitio web y la tienda física, que logró concretar utilizando precisamente el dinero del premio ya mencionado.
Chiapas mágico evolucionó tanto que se ha convertido en una empresa familiar, aunque no todos se subieron al barco al momento de zarpar: “Al principio mi padre no estaba de acuerdo y decía que no quería una hija hippie, pero yo no era eso (ríe)”. El tiempo finalmente le dio la razón por sobre su padre y a medida que crecía el emprendimiento, necesitó involucrar más personas y prefirió recurrir a su círculo más cercano: “Mi abuelita componía las blusas, mi tía me ayudaba a empacar, mi papá lleva la contabilidad y una amiga me ayudaba a llevar paquetes. Se volvió una empresa familiar muy bonita”, sentencia.
Tanto creció Chiapas Mágico que ha llegado a vender y mandar envíos a Rumania, entre otros tantos países de Europa y América Latina. “Gracias a Chiapas Mágico soy una persona feliz, plena e independiente. Ha sido la experiencia más bonita y enriquecedora. No ha sido fácil, pero no me dejé vencer”.
El futuro también es emprendedor
Finalmente, habla sobre la posibilidad de exportar el emprendimiento de Chiapas Mágico, aunque admite “no veo por el momento a Chiapas Mágico como una franquicia, porque creo que me distingue el trato con las personas y sería difícil trasladar eso si yo no estoy”. De todas formas, su espíritu emprendedor sigue a toda máquina y aunque Chiapas Mágico no se reproduzca, si ha apostado por abrir un pequeño hospedaje en su ciudad de San Cristóbal, conocida por ser un espacio de mucho turismo interno y en ocasiones, de gran afluencia foránea, entre otras cosas gracias a la arquitectura colonial mantenida en gran parte de su territorio. El nuevo emprendimiento de Itzia se llama “el portalito” y su creadora pretende brindar un servicio más personalizado que el de los grandes hoteles, para intentar forjar otra historia de éxito.