María Fernanda Giraldo Quintero
Desde Chile 
“Mi abuelo me decía: pobre el que se levanta y sabe cuánto va a ganar a fin de mes. Eso a algunos les genera miedo, pero a otros no. A mí eso me generaba mucha ambición”, recuerda Sebastián Renzacci desde la ciudad tailandesa de Puhket. Hoy allí está su hogar, en unos meses lo será Bali y luego, quién sabe.
Cuando piensa en sus orígenes y su hambre emprendedora, el nacido en Argentina y ciudadano hongkonés, rememora el ejemplo de su padre: “Mi papá fue un modelo para mí, una persona que sin tener una formación académica logró hacer un salto muy grande y darnos un futuro mejor”, devela, y enseguida conecta con la enseñanza de su abuelo: “Yo veía que todo su trabajo tenía un resultado proporcional a su esfuerzo, a partir de allí siempre quise ser yo quien proponga y desarrolle un negocio, que todo el futuro y prosperidad que se pueda generar sea retribuido en algo que no sea un salario”.
Y así lo hizo. No solo creó su propio negocio sino que lo combinó con la posibilidad de vivir varias de las experiencias más increíbles en los rincones más atrapantes del mundo.
La plataforma que creó Renzacci junto al italiano Francesco Piccolo, su socio, se trata sencillamente de un operador de tours que ofrece experiencias de viaje de cuatro, seis u ocho horas en diversos destinos del mundo. Uno de sus principales diferenciales, claro, es que su propio equipo descubre, elige y diseña los itinerarios centrándose en el punto de vista del turista, analizando tendencias y trabajando con equipos locales en cada sitio.
Al día de hoy, TripGuru ofrece tours en 20 ciudades de países como Tailandia, Indonesia, Vietnam, Hong Kong, Filipinas, México y Turquía, entre otros, y cuenta con 500 guías especializados y atentamente seleccionados y preparados para brindar un servicio de excelencia al estilo de la empresa.
Su propuesta, además, incluye transporte y todo el confort y la seguridad posibles, por lo que trabaja con partners que garantizan al día de hoy alrededor de 5.000 autos que llevan a sus clientes de un punto a otro sin sobresaltos.
El próspero presente que hoy reluce y destaca, tiene sus argumentos. Renzacci atravesó un vertiginoso y enriquecedor camino que significó, entre otras cosas, cruzar de un lado al otro del mundo.
Tras licenciarse en Comercio Exterior en la UADE y con una incipiente pero prometedora carrera empresarial en su país natal, el argentino recibió un ofrecimiento que lo cambiaría todo: “En 2014 recibí una oferta para mudarme a Hong Kong, no tenía idea en dónde me metía, pero era un salto importantísimo en mi carrera”, cuenta.
“Cuando llegué allá”, continúa Renzacci, “tenía 27 años y la ciudad me sorprendió completamente. Se trata del centro financiero de Asia por la cantidad de negocios y empresas que hay, eso despertó un poco más aún mi espíritu emprendedor”.
Durante los dos primeros años de su estadía en Hong Kong los viajes de negocios eran constantes y su trabajo cada vez más demandante y exitoso. Sin embargo, la esencia de Renzacci estaba latente poniendo atención en los fenómenos que lo rodeaban. “La industria del turismo me sorprendía mucho en Asia, la veía crecer de manera exponencial, veía todos los vuelos llenos y países bastante subdesarrollados empezaban a tener en el turismo un componente verdaderamente importante de sus economías”, reflexiona al respecto.
“A partir de ese interés, me di cuenta que toda la parte de vuelos y hoteles ya estaba digitalizada, pero la parte de tours y actividades permanecía siendo offline, desfragmentada y muy individual, trayendo incluso complicaciones a los turistas que yo mismo experimenté”, explica Renzacci, y sentencia: “Ahí se me ocurrió la idea de traer todo este inventario de tours y actividades online, y así surgió TripGuru”.
Con la idea en mente y empezando a visualizar el negocio, el argentino lo compartió con Piccolo, un italiano que trabajaba en finanzas y con el que compartía algunos partidos de fútbol en Hong Kong. No hubo mucho que hablar, y durante los siguientes seis meses trabajaron todos los fines de semana en hacer un análisis de mercado y desarrollar un business plan.
“Luego de ese tiempo decidimos que era una buena manera de empezar y comenzamos con nuestros propios ahorros. Yo tenía mi empleo en la empresa y por las noches trabajaba en el proyecto, realmente dormía muy poco. Francesco, en cambio, decidió renunciar y viajar por el sudeste asiático entrevistando operadores de tours tratando de sumarlos a la plataforma”, relata Renzacci.
Ese primer tramo, lógicamente, presentó errores y pasos en falso: “Luego de sumar operadores de tours, cuando sacamos el sitio online y recibimos los primeros booking notamos problemas de calidad, pero lejos de frustrarnos pensamos en dar un paso más adelante y ser nosotros mismos quienes diseñáramos y operáramos las experiencias. Eso fue un punto de partida que nos catapultó”, afirma.
A partir de ese notorio avance en el diseño de su servicio y de encontrar y preparar a los primeros guías turísticos que les dieron grandes resultados, TripGuru empezó a multiplicarse en más ciudades y se expandió desde Indonesia, su primer destino, a Tailandia, Vietnam y otros países de la región.
“Nuevamente nos dimos cuenta que necesitábamos un salto, además, estábamos queriendo hacer todo y resultaba muy costoso, por lo que me junté con las empresas de viaje más grandes del mundo y les ofrecí vender nuestros productos”, detalla enérgicamente Renzacci, y adhiere: “Allí el negocio se convirtió de un B2C a un B2B2C, y nos dio otro salto de calidad impresionante, pasando de 20mil pasajeros en 2018 a 60 mil en 2019”.
Claro está, aquellos ahorros con los que empezaron no eran suficientes para continuar la expansión, por lo que luego de una pequeña pero provechosa ronda semilla de 150.000 dólares lograron acceder a más: “En Hong Kong tuvimos la oportunidad de participar en una aceleradora y alinearnos con gente avanzada en el mundo de las startups, las finanzas, las operaciones y la tecnología, y al terminar ese programa de cuatro meses hicimos una ronda de financiación de 400.000 dólares que nos permitió continuar con la expansión por más ciudades”, describe el argentino.
“Hasta marzo del 2020 todo venía espectacular, pero cuando vino la pandemia pasamos de 300.000 dólares de facturación por mes a cero”, recuerda Renzacci sobre aquella situación crítica.
“Fue un momento difícil y pensamos que tendríamos que cerrar, pero ahí es donde sale el espíritu optimista emprendedor”, asegura, y completa: “Les dije a mis inversores que cerrábamos la empresa o íbamos por todo a una expansión global. Me trataron de lunático”.
El plan de Renzacci era arriesgado pero contundente, correr el foco de las ventas y ponerlo en desarrollar más productos, más ciudades, mejores servicios y, sobre todo, más tecnología. Si el turismo algún día volvía, encontraría a TripGuru por encima de su competencia, con mucho más alcance y todos sus procesos digitalizados.
“El resultado post-pandemia fue que pasamos de seis ciudades a veinte, y en los primeros cuatro meses desde que se reactivó el turismo en Asia logramos el 60% de la facturación pre-pandemia con solamente un 10% de capacidad. Por ende, sobrevivir a la pandemia, no haber cambiado el foco ni el modelo y quedarnos concentrados en lo que hacíamos, hoy está dando sus frutos”, sentencia Renzacci.
Las problemáticas del presente y los desafíos que atraviesan a todo el universo de las startups, no pasan desapercibidas para TripGuru. Mucho menos, claro, la cuestión de la sustentabilidad, teniendo en cuenta incluso que trabajan en vinculación directa con la naturaleza: “Tenemos el objetivo de ser un poco más sustentables, creo que todos tenemos el derecho a viajar y disfrutar de un destino, pero podemos hacerlo de una mejor manera. Este año nos vamos a certificar como una empresa sustentable, queremos eliminar el plástico y reducir el carbono, por ejemplo”.
Al mismo tiempo, como lo ha demostrado en cada momento de decisiones, Renzacci también mira el porvenir con deseos ambiciosos: “Mi idea es que TripGuru sea un operador de tours a nivel mundial, hay muchas empresas fuertes en cada país pero falta una marca con estandarización de calidad y servicio como nosotros. Donde veamos que el turismo crece pero el mercado es informal nosotros proyectamos, ahora además de Asia estamos en México y abrimos en Turquía. La idea es seguir expandiéndose por mercados emergentes”, concluye con entusiasmo.
desde Hong Kong 
