Me formé en arquitectura el mismo año que lo hice como instructora de yoga, me dediqué seis años a ambas actividades, hasta que viaje a Japón por 4 años en los cuales intensifique mi conocimiento en yoga. Al volver comencé a dar clases de yoga en el entorno laboral, lo que me despertó interés en los recursos humanos. Hoy no ejerzo como arquitecta, me dedico al área de recursos humanos, a la selección de personal. En ese sentido me interesa el fitness corporativo, el llevar hábitos saludable a los colaboradores y sus entornos. Tengo formación en tecnologías de la información que me permiten vivir en el mundo actual, conocer algo más y comprobar que todos podemos desarrollar distintas habilidades, si nos concentramos en ello.